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Foto del escritormauricio florez morris

Modelo de datos: técnica que transforma y brinda ventajas a las campañas electorales

Actualizado: 24 ago 2020


"Cómo los modelos de datos están transformando las campañas electorales", fue el título de este importante panel durante la conferencia virtual "CampaignTech at Home", que concluyó la semana pasada, bajo los auspicios de la firma "Campaigns and Elections, USA". La sesión se destacó por brindarle a los asesores de campañas políticas una visión interna de cómo funciona y que utilidad tiene el trabajo de construcción de modelos electorales.



En esta presentación participaron dos especialistas en creación de modelos electorales en los Estados Unidos. Uno de ellos, Kristen Davison de la firma de tendencia Republicana, Axion Strategies, que opera en Washington DC. Ella es una reconocida profesional, que ha trabajado para consultores de la talla de Karl Rove y Jeff Roe, y quien asesoró al Senador Marco Rubio en su campaña por la nominación Republicana a la presidencia en el 2016.



La voz Demócrata del panel fue Adnaan Muslim, socio de la firma Deliver Strategies, quien ha trabajado con importantes figuras de ese partido como la ex precandidata y actual Senadora por Massachusett Elizabeth Warren.


Durante el panel se destacó también la excelente labor como moderadora de la experta en comunicación electoral, Julie Heinrich, actualmente vinculada a la firma de consultoría política Powell Tate, en Washington DC.



La sesión se inició de forma muy didáctica, con los expositores explicando en qué consiste la creación y uso de modelos de datos aplicados a campañas electorales. Luego se exploraron las posibles reacciones negativas de algunos ciudadanos, cuando se enteran de toda la información personal que las campañas recolectan sobre ellos usando esta metodología. A renglón seguido, la moderadora les solicita a los panelistas describir ejemplos concretos en los cuales este tipo de trabajo ha asegurado el triunfo de sus clientes. También se comenta cómo campañas con pocos recursos económicos pueden hacer uso de esta técnica.


Indagando sobre algunas de las dificultades que encuentran los expertos que construyen los modelos electorales, se les preguntó sobre el criterio que usan para establecer el tamaño correcto de los segmentos de votantes. Las respuestas dieron pie para seguir examinando otros posibles errores que usualmente se cometen y que todas las personas del equipo de una campaña deben estar alertas para detectar.


En uno de los mejores apartes del panel, los especialistas fueron bastante directos al dar consejos para diferenciar a las personas que realmente conocen y trabajan en este campo, de los que "pretenden saber". Esta es una información que todas las campañas deben conocer en el momento de contratar estos servicios. Al final se evaluó la forma como recientes cambios en las reglas para pautar publicidad en las redes sociales y el efecto Covid-19 están influyendo en la actual dinámica de las campañas en los Estados Unidos.


A continuación, una versión editada donde se presentan las preguntas de la moderadora y las intervenciones de los dos panelistas hablando sobre estos temas.

 

JH (Julie Heinrich): ¿En qué consiste el uso de datos y de modelos para segmentar y llegar a los votantes?


KD (Kristen Davison): El término "Big Data" es conocido por muchas personas, suena atractivo, pero existe una importante diferencia entre saber lo qué es y dominar su uso. Son modelos que nos dan la habilidad de conocer y seguir los hábitos de los votantes, sus personalidades y sus gustos. Por ejemplo, qué tipo y marca de jabón compran cuando van al supermercado. Por cada votante podemos tener cientos de diferentes puntos de referencia sobre él. Toda esta información ayuda a que las campañas políticas estructuren mejor su mensaje, su targeting y planifiquen de la forma más eficientemente posible el camino que deben recorrer para ganar las elecciones.



Utilizar datos y modelos nos permite hacer un trabajo más sofisticado al de hace 20 años. Con los modelos construidos, no solo se pueden enviar los mensajes políticos de forma más efectiva, sino que también generan la posibilidad de manejar mejor los recursos de la campaña, como el tiempo del candidato, el dinero, etc.


AM (Adnaan Muslim): Cuando empecé a trabajar en campañas a finales de los 90s, el proceso de planificar cómo le íbamos a llegar a los votantes era menos sofisticado. Por ejemplo, en ese momento se escogían personas que hubieran sufragado en 2 de las ultimas 4 elecciones, y que fueran mujeres mayores de 54 años. Estos grupos se definían basándonos en los resultados de las encuestas. No es un proceso tan eficiente como el que podemos hacer hoy con modelos. Ahora tenemos algoritmos y montañas de investigación que nos dan información mucho más específica sobre los votantes. En este momento, por ejemplo, cuando estamos haciendo un targeting, no solo le apuntamos a mujeres mayores de 54 años sino aquellas que tengan un puntaje de probabilidad a ser persuadidas entre un 30 a 70 y un puntaje de probabilidad de salir a votar por nuestro candidato entre 80 a 100. Con estos procedimientos tenemos una mejor idea a nivel individual de los hábitos y las preferencias de cada uno de los votantes. Este conocimiento nos hace más eficientes.


JH: ¿Han escuchado de votantes que se sienten incómodos con las capacidades de targeting que ahora hay o qué son sensibles a la forma como se usan sus datos?


KD: Todas las campañas siempre se encuentran con personas que no les gusta este tipo de investigación y que protestan porque le recolectan sus datos, pero nunca he visto una campaña cambiando su forma de actuar al respecto debido a quejas. Es un fenómeno parecido al que ocurre con la publicidad negativa. Muchos candidatos dicen que quieren tener una comunicación positiva, pero terminan haciendo publicidad negativa porque funciona, porque realmente influye en la forma como muchas personas votan. Lo mismo se puede decir con algunas técnicas de presión social que usan las campañas. El ejemplo es cuando estas les mandan a los votantes un correo que parece escrito por una oficina de gobierno donde se les dice que sus vecinos ya se decidieron a votar. Hay personas que se molestan de que tengamos tanta información sobre ellos, pero al final del día, esta presión social puede modificar los resultados de una elección que este reñida, puede incrementar un 3% el número de votos que un candidato reciba, margen que en algunos casos hace la diferencia entre ganar o perder. Hay un grupo de personas que se van a preocupar o molestar por este tipo de investigación, pero funciona y una de las razones por las que se sigue empleando es porque no hay tanta gente que le importe.



AM: Yo lo iba a decir un poco en chiste, pero en serio, la gente se molesta solo cuando les decimos lo que hacemos. La realidad es que en muchos casos los votantes no saben que ellos son target u objetivos explícitos de las campañas. La mayoría de los votantes no asisten a seminarios como este en el que estamos (CampaignTech at Home 2020) y no le prestan una constante atención a la política como lo hacemos los consultores. Casi todas las personas que estudiamos están ocupadas en rutinas cotidianas, como ayudar a los hijos en sus tareas, viajar al trabajo, funciones de su oficina, etc., entonces son individuos que por lo general solo les interesa la política al final del proceso electoral. Por el contrario, nosotros los consultores somos "hiperpartidistas", estamos constantemente consumiendo las noticias políticas que aparecen en los medios masivos y en las redes. Por esto es equivocado pensar que la mayoría de las personas actúan como nosotros, porque somos la excepción. De ahí que el votante promedio nunca se pregunta ¿Por qué saben tanto sobre mí?


Pensado sobre el ejemplo que dio Kristen (Davison) sobre el uso de correos como instrumento de presión social, puedo agregar que estas son piezas de correspondencia donde, por ejemplo, se le dice a una persona que obtuvo la nota de B+ en participación política, por las veces que ha ido a votar en las últimas elecciones, mientras que sus vecinos, que han participado con mayor frecuencia se les otorga una A (mejor nota). Estos correos funcionan porque motivan a sus destinatarios a votar en las próximas elecciones. Frente a este ejemplo específico, sí he visto algunas reacciones negativas de personas que llaman a las sedes de partidos a quejarse de que están usando información personal. Por supuesto, estos no son datos que los partidos tengan, sino que se obtienen independientemente con nuestra investigación. En todo caso, cuando miramos los números, la cantidad de personas que se quejan es muy pequeña frente al monto de piezas de correo con mensajes de presión social que se envían, por lo que las quejas no son un factor importante a la hora de decidir usar esta técnica.


Nota: A continuación, se presenta un ejemplo de pieza de correspondencia que usa esta técnica de presión social para motivar a que las personas salgan a votar. Esta publicidad por supuesto se envía a ciudadanos que no tienen un buen récord de ir a sufragar y que han expresado su inclinación por apoyar el candidato con el que los consultores están trabajando.


JH: Me gustaría escuchar un ejemplo concreto de la forma en que una campaña específica ha trabajado el uso de modelos de datos. ¿Cómo se utilizan los datos, la segmentación, el testeo de mensajes, y las diferentes aplicaciones de canales de comunicación? Denme un ejemplo de campaña en lo que esto se hizo bien.


KD: En el 2016 trabajé en la reelección del Senador Republicano Roy Blunt en Missouri, esta fue una de las Campañas más reñidas ese año. Nos enfrentábamos a Jason Kander, un candidato Demócrata moderado y mucha gente en Missouri expresaba el deseo de "cortar boleta electoral" votando por Trump para presidente y por el candidato Demócrata al Senado. Frente a esto, utilizamos datos para hacer una segmentación de estos votantes, no solo mirando su distribución geográfica sino también revisando otras variables que nos permitieran ganar en los condados o al menos sacar el 49% de los votos. Así encontramos que a muchos de estos votantes les interesaba la composición de la Corte Suprema de Justicia, porque este órgano es el que define lo que se hace en materia de los derechos para la tenencia de armas y el aborto.



Con base en esto desarrollamos un mensaje para este grupo de electores hablando de la importancia de votar por Roy Blunt, candidato que iba a apoyar los futuros jueces conservadores para la Corte Suprema, mientras que enfatizamos que el candidato Demócrata (Jason Kander) no era confiable y podía preferir jueces liberales de la línea de Hillary Clinton. Una vez el mensaje quedo claro, el mismo se le envió por diferentes medios al grupo de personas que pensaban votar por Trump a la presidencia y por Kander, candidato Demócrata, al Senado. Este mensaje les llego por correo postal, por Facebook, con llamadas telefónicas, con cuñas de televisión e inclusive con voluntarios visitándolos en sus casas.


Al final terminamos ganando por solo el 2.8% de los votos. Nuestro candidato Roy Blunt consiguió 1,378,458 votos (49.2%) frente a su opositor Demócrata quien obtuvo 1,300,200 (46.4%). En esta elección nuestro trabajo de creación de un modelo de datos realmente hizo la diferencia, porque si Blunt hubiera lanzado un mensaje genérico para todos los votantes, muy posiblemente no hubiera podido modificar de forma tan eficiente la intención de voto de los "cortadores de boleta".



Nota: La campaña de Jason Kander defendió la imagen del candidato con publicidad en televisión donde lo presentaban como un exmilitar que valoraba las armas. Pese a la creatividad mostrada por las piezas publicitarias de su campaña, el mensaje no logro retener muchos de los votos de "boleta cortada" que sentían que sus derechos a tener y portar armas podían ser amenazados si este candidato ganaba. Ver cuña abajo.



KD: En síntesis, nuestro trabajo busca identificar cuáles son los tópicos o variables que hacen que un grupo de votantes apoyen a un candidato. Una vez identificados estos temas, procuramos llegarle a este segmento específico con el mensaje adecuado y de forma repetitiva por diferentes medios. Se requiere disciplina en la campaña, asegurarse que todos los sectores de ésta le hablen al grupo específico de votantes con el mismo mensaje, y por supuesto se necesita hacerlo con el tiempo suficiente para que la información cale y sea efectiva. Coordinar la publicidad que la campaña emite por todos los medios es algo muy importante y es un factor que marca la diferencia.



AM: Algo equivalente viví en la elección en Massachussets para el Senado en el 2012. La entonces candidata novata, Elizabeth Warren se enfrentó al senador en funciones Scott Brown quien buscaba su reelección con el apoyo del Tea Party, grupo conservador vinculado al Partido Republicano. Este fue el año donde Obama estaba buscando su reelección como presidente. Nuestro trabajo consistió en identificar a los votantes que iban a apoyar a Obama para este cargo y decían no hacerlo por la Demócrata Warren para el Senado.


Después de determinar a este grupo, desarrollamos una estrategia de persuasión sobre estos votantes. Lo primero que encontramos en nuestra investigación fue que muchos de ellos no conocían a Warren, así que el primer paso fue promover su nombre y su hoja de vida en este segmento de electores. Luego encontramos algo parecido a lo que Kristen (Davison) nos acaba de contar. Había importantes diferencias entre Warren y Brown respecto a temas como aborto y regulación de armas, por lo que tuvimos que decirles a los votantes de Obama que Warren era la candidata que apoyaría las mismas políticas que el presidente, mientras que Brown no generaba tanta confianza en estos temas. Esta campaña de contraste funcionó y al final el partido Demócrata logró recuperar la curul que por años perteneció a los Kennedy y que se había perdido después de la muerte de Ted en el 2009.



JH: Al tomar decisiones para segmentar a las audiencias, ¿Es posible segmentar (o dividir) demasiado los grupos de votantes?


AM: Sí, creo que a veces tenemos la tendencia de sobre-elaborar las cosas, por lo que ser eficientes en la producción de segmentos de votantes es una regla de oro a seguir. Por ejemplo, cuando manejas publicidad enviada por correo postal, la producción de una pieza publicitaria para solo 1,000 personas puede ser algo muy costoso. Estos altos precios te indican que estas segmentando o dividiendo a tu electorado demasiado. En otras palabras, no eres eficiente en la forma como distribuyes tus recursos, lo cual es muy importante en cualquier campaña.


Las decisiones de cómo y cuánto segmentar (qué variables usar y hasta en cuántas categorías dividirlas) empiezan con lo que nos muestran las encuestas y otro tipo de investigaciones. De hecho, gran parte del trabajo de creación de modelos electorales lo hacemos antes de que las campañas empiecen, inclusive antes de que el líder y sus asesores evalúen lo que les puede costar promover la candidatura. Entonces se acostumbra primero a hacer un sondeo que inicie el proceso de investigación. El consultor analiza los resultados de éste en las tablas cruzadas y observa donde se encuentra el electorado que puede apoyar la campaña. También mira los posibles cambios que están ocurriendo en sus opiniones y otras tendencias importantes. De ahí se empiezan a agregar más datos, hasta poder formular un buen plan de campaña, que incluya mensajes que encajen con las características de cada medio y del candidato.


No todo lo que funciona para televisión sirve para digital. En el análisis, los consultores encontramos muchos factores que definen la forma en que se segmenta la población de votantes. Adicionalmente hay variables internas en la campaña que también influyen en la segmentación, este es el caso del presupuesto con el que se cuente y de los objetivos estratégicos a corto y mediano plazo.



KD: Estoy de acuerdo un 100% con Adnaan (Muslim), los expertos nos entusiasmamos demasiado analizando los datos. Yo soy una nerd de las cifras y creo que con un buen uso de ellas se ganan elecciones, pero debemos ser conscientes de corregir la tendencia de hilar muy fino en el análisis. A veces no es tan productivo identificar a muy pequeños grupos de personas interesados en temas no tan importantes para el resto del electorado, no es algo que sea tan útil para una campaña.


Por ejemplo, ahora estoy trabajando en una candidatura donde en principio identifiqué 18 posibles mensajes a 18 diferentes grupos. El segundo paso es tratar de combinar algunos de estos mensajes en solo 3 o 4 piezas publicitarias. Es decir, un mensaje particular que solo le interese al 1% del electorado, se puede agregar a otro mensaje dirigido a un grupo más numeroso. El problema es que, si mantienes publicidad para los 18 grupos originales, tu plan de comunicaciones se va a expandir demasiado y deja de ser efectivo. Por supuesto, lo difícil es lograr el balance perfecto entre tener muchos y pocos grupos.


El trabajo de segmentación es especialmente importante durante las elecciones primarias, porque la generalidad de los candidatos tiene los mismos referentes de liderazgo nacional y apoyan las mismas políticas públicas. Por ejemplo, en el caso de los republicanos la mayoría de los políticos respaldan a Trump y defienden legislaciones a favor de la tenencia de armas de fuego. En este caso debemos buscar otro tipo de variables que nos sirvan para diferenciar a nuestros candidatos de forma más favorable. Basada en mi experiencia, usualmente la ubicación geográfica de los votantes resulta ser una pieza clave para diferenciar positivamente a los candidatos, pero como ya dijimos, si segmentas demasiado cualquier variable, deja de ser efectiva.


JH: ¿Cómo se trabaja esto con campañas que tienen pocos recursos económicos? ¿Existe alguna posibilidad para que usen targeting sofisticado, inclusive si tienen poco presupuesto?


KD: Nosotros trabajamos con campañas que van desde alcaldías hasta presidenciales, con presupuestos desde 10 mil dólares hasta 20 millones. Cuando le dices a una pequeña campaña la importancia de los datos, es difícil convencerlos de que gastando unos 1000 dólares en una encuesta o en una base de datos que ya este creada, logras que el resto del presupuesto sea más efectivo. Tienes que trabajar convenciéndolos, pero es posible. En este momento hay firmas de datos que venden su información previamente recolectada. Por ejemplo, WPAI, ofrece un paquete económico de datos sobre votantes republicanos interesados en elegir más mujeres en puestos públicos. Esta es una información valiosa si eres una candidata mujer y estas compitiendo en una elección primaria.


Entonces, existen alternativas para usar estas técnicas en pequeñas campañas, pero lo más difícil es convencerlas de usar esta tecnología, especialmente cuando se menciona la palabra "datos" y piensan que eso vale millones de dólares y no los pueden pagar. Pero hay formas, como son, por ejemplo, tomar lo que se hacía hace 20 años, como la historia del votante, o si las personas asisten a servicios religiosos, o qué revistas leen. Muchos de estos datos ya están recolectados y ayudan a que las campañas comuniquen un mensaje más efectivo y diferencial en su publicidad. Algo muy diferente a la propaganda comercial genérica que imita los volantes con que se vende pizza o los servicios de lavandería.


AM: Hay muchos datos en los archivos con los que se puede trabajar sin tener que asumir costos muy altos y lo que nos toca hacer es demostrarles a las campañas donde se puede ahorrar plata si contratan un servicio de modelado de datos. En pequeñas campañas, es suficiente con indicarles cuales son los ahorros usando esta técnica.


JH: No todos los datos que se producen son tan útiles. ¿Cómo una campaña puede buscar a buenos asesores? ¿Qué preguntas les deben hacer para verificar sus calificaciones en este campo?


KD: Con la elección de Obama como presidente, se empezaron a publicar muchos libros sobre la importancia del manejo de datos, lo cual generó un gran número de oportunistas de los que venden "snake oil" (culebreros vendiendo espejismos). Son firmas que cobran hasta 10 millones de dólares y ofrecen mostrar todos los aspectos de los votantes. Yo he trabajado en esto antes, conozco a los buenos y malos actores, pero si yo fuera alguien nuevo en este campo, les pediría que me presenten algunos resultados que en el pasado han obtenido. Diría, muestren cómo sus modelos han funcionado y donde estos han sido efectivos antes. Lo que pasa es que el modelaje de datos y encuestas es como la persona que pronostica el tiempo, dice que algún día va a llover y a veces no ocurre.


Al haber trabajado por algún tiempo con diferentes firmas, aprendes a conocer quien es legítimo. Por lo general, los legítimos son los profesionales que no tienen miedo de admitir en medio de la campaña que la tendencia del electorado está cambiando y que su candidato está perdiendo. Estas son las personas que realmente quieren que el candidato gane, sin anteponer sus intereses comerciales.


No hay una ciencia especifica o una lista de preguntas que se puedan usar para escoger a un experto en modelación de datos, pero lo importante es que muestren donde sus modelos han funcionado antes, donde su trabajo ha hecho la diferencia en una elección y qué tipo de datos están ofreciendo. Dude especialmente de las personas que simplemente le hacen una presentación de power point con efectos láser estilo guerra de las galaxias.



AM: Es importante en el momento de contratar a un asesor para el diseño de modelos de datos, conocer trabajos previos que haya realizado, establecer su idoneidad o si solo busca venderte algo. Yo creo que los mejores profesionales en la creación de modelos de datos son aquellos que pueden mostrar casos no solo cuando acertaron sino también cuando se equivocaron. Entonces se debe buscar a alguien que pueda dar una explicación honesta de sus fallas, porque seamos francos, en algún momento todos nos equivocamos. Yo he errado elaborando estrategias. Estoy seguro de que hay campañas donde yo hice suposiciones que resultaron equivocadas. Por más que quiera pensar que soy perfecto, sé que no lo soy. Lo que un cliente debe preguntar es, ¿Qué aprendió el consultor cuando se equivocó? y ¿Cómo ha corregido su trabajo para no repetir la misma falla? Si usted consigue a alguien que le de estas respuestas, seguro que va por el sendero correcto para contratar a la persona legítima.


JH: ¿Hay errores comunes que ustedes observan en campañas en el país cuando usan datos o están segmentando audiencias?



AM: Yo creo que un problema es tener demasiada confianza en los datos. Eso se le puede preguntar a las personas que trabajaron para la candidatura presidencial de Hillary Clinton en el 2016. Cuando hablabas con ex miembros del equipo analítico de esa campaña, todos te aseguraban que pensaban que iban a ganar la elección. El modelo que construyeron les daba certeza sobre este resultado. Un problema ocurrió en la forma como estructuraron o construyeron el modelo. Otro ejemplo fue la campaña presidencial de Mitt Romney en el 2012, allí la falla no era la estructura del modelo sino los datos con que se alimentaba el mismo. Mucha de la información que manejaban era incorrecta.



KD: En ambos casos el pecado fue que los datos que los equipos de análisis manejaban no eran lo suficientemente recientes. El peor error que se puede cometer cuando se construye un modelo es usar una encuesta o construir una base de datos y pensar que ya toda la recolección de información está hecha. El problema es que no se pueden vender árboles de navidad en julio ¿cierto? Es importante estar constantemente renovando la información de tu modelo. En este momento, julio 2020, tengo una docena de campañas que están haciendo trabajo de recolección de datos, pero sé que para septiembre debo renovar toda la información, es algo que cuesta dinero pero que se necesita hacer porque los votantes van cambiando sus preferencias, el mundo va cambiando, especialmente ahora donde hay tanta gente permanentemente en sus casas. Si no estas constantemente refrescando tu modelo y tus datos, estas operando en una zona horaria diferente, y posiblemente sería mejor que ni hicieras el trabajo en la construcción de modelos.


Si el equipo de Hillary Clinton en el 2016 hubiera refrescado con mayor frecuencia sus datos, posiblemente se hubieran dado cuenta que estaban mandado a sus voluntarios a golpear en puertas de tráileres desocupados en Michigan, y por lo tanto no estaban hablando con sus votantes. Si Romney hubiera refrescado y testeado sus datos, posiblemente se hubiera dado cuenta de que su sistema de seguimiento de los votantes, llamado ORCA, justamente el día de las elecciones le iba a fallar. Lo más importante tanto en la construcción de modelos como en otras áreas de las campañas es tener la agilidad para adaptarse a las nuevas situaciones, para esto se necesita un flujo de información constante.



Yo veo dos escuelas en consultoría, una dice hay que cambiar el electorado para que vote por nosotros y la otra dice tenemos que cambiar nosotros para que el electorado nos vote. Yo creo que nos toca ajustar nuestro mensaje y el target para poder ganar. Es mucho más difícil cambiar a todo el electorado, especialmente si los datos nos muestran que ellos están en diferentes lugares (en cuanto a sus opiniones).


JH: Varias redes sociales están limitando la forma como se pueden hacer anuncios políticos. Twitter prohibió avisos publicitarios de campañas, Facebook les permite a los usuarios solicitar que no les lleguen avisos partidistas, etc. ¿Qué implicaciones esto tiene en el negocio de enviar publicidad de campaña por correo postal?


AM: Gran pregunta. Entre más regulaciones se pongan, más difícil va a ser mandar información electoral en plataformas digitales, debido a esto se puede pensar que el correo postal puede convertirse este año en una herramienta aún más valiosa para las campañas. Recordemos que hace 20 años el correo postal casi no se usaba, pero hace unos 10 años resurgió como un medio importante de comunicación política. Esto debido a que mejoramos nuestras capacidades para hacer un target mucho más preciso de los votantes.


Un principio en la comunicación electoral es que cada herramienta publicitaria se refuerce con las otras, pero siempre mandando un mensaje unificado. La idea es que la combinación de diferentes tipos de publicidad es mucho mejor al uso de un solo canal de comunicación. Pero sin duda, en la medida en que las redes sociales tengan más regulaciones, estas van a ser menos efectivas, y como resultado más dinero va a ir al correo postal, el cual también ha probado ser una excelente herramienta de campaña para hacer un targeting a nivel muy personalizado de los votantes.



JH: Pensando en las elecciones de noviembre, ¿Qué consejos les dan a las campañas que deben seguir avanzando en medio del Covid-19 y de la necesidad de mantener distancia social?


KD: Es fundamental tener una mente abierta hacia los modelos de datos y darse cuenta de que no hay campaña chiquita, ni base de datos muy grande. Entonces hay que ajustarse. Aún hoy si se decide hacer una encuesta telefónica solo llamando a los teléfonos fijos, posiblemente se va a tener un problema de muestreo porque la mayoría de los que contestan son mayores de 50, que están en sus casas sin trabajar. Como resultado, se va a perder mucha información importante sobre los votantes. Adicionalmente el Coronavirus ha cambiado la forma como muchas campañas llegan a los electores, entonces ahora que las personas están más tiempo en sus casas, se debe llegar a ellos por televisión lo antes posible. Pero lo más importante es ser ágil y tener la capacidad de ajustarse a los nuevos datos que le van llegando a la campaña. Nosotros siempre decimos que los datos son tan buenos como la forma como estos se utilizan.



AM: Concuerdo con la importancia de ser ágil y de tratar de entender la dinámica de cambio que se está viviendo con el Coronavirus. Ningún consultor tiene experiencia previa de manejo de campañas en medio de pandemias globales. Siempre se pueden formular algunas suposiciones inteligentes, pero no una respuesta exacta de cómo esto va a impactar en el electorado. Suposiciones basadas en datos sirven para adaptarnos de una mejor forma a los cambios de circunstancias que ocurren. Ahora podemos observar algunas variaciones en las conductas electorales de los votantes. Por ejemplo, hay mayor participación en las elecciones primarias que en anteriores años. El hecho de que muchas personas están en sus casas hace que presten más atención a las piezas publicitarias que reciben por correo postal.


Conclusiones


Esta transcripción editada del diálogo entre Julie Heinrich, Kristen Davison y Adnaan Muslim nos ofrece una interesante visión desde adentro, del mundo donde se elabora la construcción de modelos de datos, cuya aplicación a las campañas electorales en los Estados Unidos va en ascenso.


Pese a los problemas técnicos que algunos de estos modelos de datos puedan tener, sin duda son elementos de sofisticación que cada vez funcionan mejor y que se deben tomar más en cuenta al planificar y hacer el seguimiento al desarrollo del trabajo dentro de una campaña. El hecho de que cada vez los votantes generen un mayor número de datos sobre sus actitudes, opiniones y conductas, y que los sistemas de análisis de estos se sigan nutriendo y perfeccionando, marcan un derrotero de lo que se va a seguir viendo, cada vez con mayor fuerza, en futuras elecciones.


El uso de esta técnica adaptada a procesos electorales en nuestra región esta menos desarrollada en este momento, situación que incide en que los precios de contratar estos servicios sean bastante altos comparativamente a los presupuestos con los que usualmente cuentan las campañas en Latinoamérica. Sin duda, es un área de la consultoría electoral donde se requiere un mayor número de profesionales capaces de combinar sus conocimientos en construcción de modelos, con información política relevante a nivel local y nacional.


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Este artículo fue escrito por Mauricio Florez Morris, Ph.D. El autor ha sido profesor en las facultades de Ciencia Política y Sociología en University of Maryland, George Washington University, Georgetown University, y North Virginia Community College en los Estados Unidos. En la Universidad del Rosario y la Universidad Javeriana en Colombia, al igual que en la Universidad de Buenos Aires y la Universidad del Salvador en la Argentina.


Su actual interés académico se centra en temas relacionados con los estudios de opinión pública, campañas electorales, marketing, liderazgo y psicología política. Es miembro de la American Association of Political Consultants (AAPC), la American Political Science Association (APSA) y la American Sociological Association (ASA), al igual que de la Asociación Colombiana de Consultores Políticos (ACOPOL). Ha trabajado en campañas electorales para organizaciones afiliadas al Partido Demócrata en los Estados Unidos.


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