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  • Mauricio Florez Morris, Ph.D.

"Nerd Prom", el evento político anual más importante en Washington D.C.


En Washington D.C., una ciudad famosa por enormes manifestaciones políticas que usualmente convocan a grandes líderes sociales y cientos de miles de participantes, el hecho de que una cena sea el evento más importante del año, es un dato fundamental para entender mejor la dinámica de la política norteamericana, la cual no está tan alejada de la que existe en otros países de la región.

Desde la perspectiva de la Comunicación Política, el documental "Nerd Prom" (2015) muestra el origen, la evolución y la actual relevancia de la Cena Anual de los Corresponsales de Prensa ante la Casa Blanca. Su realizador, Patrick Gavin, profesor del Departamento de Comunicaciones de American University y comentarista político de medios como www.politico.com, nos ofrece una valiosa mirada crítica de alguien que, como periodista, por varios años convivió y analizó los grupos de poder en Washington, D.C.

Brevemente el filme nos cuenta que en 1914 se fundó la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (The White House Correspondents' Association) y que como instrumento para ganar acceso al presidente Woodrow Wilson y a otros altos funcionarios del gobierno, esta asociación, a partir de 1921 decidió patrocinar una cena anual para facilitar el diálogo entre periodistas y diferentes actores políticos. Con el tiempo, la reunión evolucionó, de tener 50 participantes el primer año a congregar más de 2600 personas en la actualidad. Adicionalmente se agregaron más de 24 fiestas y recepciones pre y post-evento que compiten por su glamour y calidad de invitados. A la concurrencia original de periodistas y políticos se ha sumado la participación de un grupo más diverso compuesto por personajes famosos de actividades como el deporte, las artes y los negocios. Celebridades, que hoy representan lo mejor de la élite norteamericana, de ahí el nombre "Nerd Prom".

 

Para Gavin, la popularidad de este evento se asemeja a la de los Grammys o a los Oscares en Hollywood. Inclusive muestra en su documental cómo canales de televisión especializados en entretenimiento reportan la entrada de los personajes por una alfombra roja como si estuvieran en cualquier premiación de la farándula. Según el vídeo, la notoriedad de esta cena se incrementó cuando el Canal C-SPAN, que transmite muchos actos políticos en Washington, D.C. inició su cubrimiento en los años 90, mostrando las presentaciones de cómicos y músicos famosos al igual que los discursos afables dirigidos a la prensa por parte del presidente de turno en los Estados Unidos.

Académicamente la parte más valiosa del documental no está en la descripción del evento sino en el análisis del mismo, el cual ofrece respuestas a las preguntas ¿Qué es y qué no es el Nerd Prom?

Gavin sostiene que este evento en realidad ya no es para homenajear a los corresponsales de prensa ante la Casa Blanca. Para ilustrar este punto, por ejemplo, les pregunta a varias de las personas que van entrando a la cena, ¿Cuál es su corresponsal favorito ante la Casa Blanca? Como respuesta algunos de los invitados miran con desconcierto a la cámara mientras inventan excusas para evadirse. Los pocos entrevistados más informados arriesgan el nombre de algún periodista famoso el cual no pertenece a este grupo de supuestos homenajeados.

Una segunda prueba para mostrar el poco interés que tienen los invitados en los corresponsales ante la Casa Blanca fue poner a Tommy Christopher (ver foto del periodista), el corresponsal del The Daily Banter, con un letrero en la entrada del Hotel Hilton donde se realizaba el evento. El mensaje del aviso los invitaba a conocer a un corresponsal. De las personas que entraban a la cena solo una mujer paro a sacarle una foto, pero nadie habló con él.

Para reforzar la poca importancia que tienen los corresponsales en esta cena, se le pregunto a Gene Young, fotógrafo profesional de Splash News sobre el valor de venta de las fotos que estaba tomando, a lo que él contestó que esto dependía de la celebridad y de la ropa que tenía puesta. En este caso cada toma se puede vender a los medios entre 200 y 1500 dólares, mientras que con las fotos de los políticos y de los corresponsales, el valor puede estar entre 50 y 200 dólares.

Una experta sobre el tema, dice que solo el 10% de las actividades se relacionan directamente con los corresponsales. El documental muestra cómo durante toda la semana de actividades solo se hace un evento, que es un panel académico donde varios corresponsales se quejan de la falta de acceso a las fuentes de noticias en la Casa Blanca. Uno de ellos, por ejemplo, explica cómo la administración Obama prefiere usar las redes sociales para llegar a millones de personas sin necesidad de hablar con los medios de comunicación tradicionales. De esta forma se le está quitando importancia a la labor de análisis crítico que tiene la prensa independiente, lo cual, según el documental, afecta la calidad de la democracia.

El vídeo ofrece un excelente ejemplo de cómo la Casa Blanca manipula la imagen del presidente. Durante la reunión que tuvo Obama con el equipo de básquetbol femenino de los Estados Unidos (WNBA), pese a lo atractiva que podía ser la escena, la prensa no tuvo acceso al momento cuando el presidente practicó básquetbol con algunas de las jugadoras profesionales. Sin embargo, después la Casa Blanca publicó algunos vídeos del juego, y en todas las tomas cuando el presidente lanzaba la pelota, encestaba, algo poco probable cuando se juega solo, mucho menos cuando se compite con deportistas profesionales.

 

Teniendo en cuenta que la asociación de corresponsales da premios a los mejores estudiantes de periodismo, incluyendo una beca de 100,000 dólares, el documental también revela que esto es algo que poco les interesa a los participantes de la cena. Para subrayar este punto, el filme muestra que mientras los presentadores en la tarima tratan de que el auditorio haga silencio por un par de minutos mientras se rinde homenaje a los ganadores de los premios, las miles de personas en el salón hablan y beben alcohol sin prestar ninguna atención a lo que acontece frente a ellos. Inclusive se incluye una escena del evento en el 2003 cuando el famoso cantante Ray Charles tiene que cantar sobre un tumulto de voces de personas que ignoran totalmente su presentación.

 

Gavin también indica que la Cena de los Corresponsales ante la Casa Blanca tampoco es un evento muy divertido. Él señala que la comida no es buena y que en ocasiones los sitios no tienen una buena visibilidad de lo que ocurre en la tarima. Adicionalmente, las actividades durante la cena transcurren muy lentamente y la capacidad del salón es muy pequeña para el número de personas que asisten. Como consecuencia de todo esto hay algunos invitados que prefieren no ir a esta cena, ver el evento por televisión y asistir a algunas de las otras 24 reuniones que se organizan antes, durante y después de este evento. Al final de los casi siete días de celebraciones, algunos invitados aparecen en el documental diciendo que están totalmente exhaustos de asistir a tantas fiestas.

Para Gavin, la cena de corresponsales y las dos docenas de fiestas programadas durante esta semana son una oportunidad para establecer marcas, promover ideas, mostrar productos y hacer negocios con las personas más ricas e influyentes de los Estados Unidos. Por eso compañías y publicaciones como Vanity Fair, NewYorker, People/Times, MSNBC, Google, Yahoo, Nexflex, ABC, Reuters, HBO, Youtube, CNN, entre otras, tienen sus propias fiestas. En ellas les pagan a los artistas para asistir como ganchos y atraer con su presencia a las personas que toman las decisiones importantes, como ejecutivos de compañías, directores de institutos, senadores, y principales compradores de espacio en los medios. Un ejecutivo dice que estas fiestas son similares a las carreras de carros de Nascar, donde cada carro o evento tiene 50 calcomanías o avisos de los patrocinadores.

El valor mínimo de cada una de estas fiestas es de 300 mil dólares, y requieren de una enorme logística de expertos. Por ejemplo, cada asistente recibe una bolsa con regalos la cual no puede tener un valor superior a 600 dólares, para que los invitados no tengan que declarar los obsequios ante la oficina de impuestos. Por supuesto muchas marcas compiten por incluir sus productos en estos paquetes. Con tantas fiestas la competencia es por atraer los mejores invitados, por ejemplo, el documental muestra como Nexflex promociona su evento con los actores de House of Cards, Youtube ofrece un salón para maquillaje (los invitados reciben gratis el maquillaje para esa y las otras fiestas a las que van a asistir esa noche), e Hypervocal permite que los asistentes interactuen de forma gratuita con los últimos aparatos en tecnología. Muchas reuniones no solo son animadas por músicos y atendidas por un ejercito de meseros, sino que otros servicios se están incorporando como es el caso de los "Selfesquad", un grupo de muchachos cuya función es tomarse fotos selfis con los invitados, posiblemente con el fin de hacerlos sentir más populares.

 

Algo también interesante es "el vistazo" detrás de escena de la preparación de las fiestas. Para esto Gavin (ver foto al costado) nos muestra la compañía Syzygy (www.syzygyevents.com) donde se planifican muchas de estas reuniones. Allí se ven técnicos con los planos de los salones diseñando los escenarios. También se muestran las bodegas llenas de cajas de cartón con objetos para estas reuniones que van desde unos candelabros marroquíes hasta cientos de orquídeas plásticas para adornar los techos de los recintos. El filme nos indica que sin lugar a dudas este evento tiene un efecto muy positivo en toda la industria turística de la ciudad.

El documental termina con el profesor Gavin manejando su auto en la noche por las calles de la capital después de la última fiesta y reflexionando sobre el elemento ético de este tipo de actividades. El sostiene que, a diferencia de otras ciudades, como Los Ángeles, en Washington se debería valorar menos los elementos relacionados con el show y los negocios y a cambio, se debería enfatizar en otros valores, como los relacionados con el servicio público.

Se puede pensar que este vídeo forma parte de un discurso ideológico "anti-establishment", hoy en boga en los Estados Unidos, el cual identifica al liderazgo de Washington, D.C. como ajeno a los intereses y necesidades del pueblo que dirige. Lo que yo he podido observar viviendo en esta ciudad, es que la fortaleza de su élite justamente se basa en no tener una identidad de grupo única. En estas reuniones es fácil encontrar participantes que crecieron y estudiaron en diferentes rincones del país, que conservan sus idiosincrasias regionales y que en su mayoría permanece en la ciudad solo por periodos cortos de tiempo que no muchas veces alcanzan los 8 años. Sin lugar a dudas, la élite norteamericana, que el vídeo muestra disfrutando del Nerd Prom, también se destaca por tener algunas de las características positivas de los "nerds" como su alto nivel de educación y su enorme capacidad de trabajo.

Ya cuando el documental está en los créditos finales, en pocos segundos Gavin nos ofrece una explicación alternativa al presentar a un entrevistado explicando que Washington es una ciudad tan dividida por la política que estas celebraciones son muy valiosas porque brindan sitios neutrales donde diferentes facciones pueden reunirse a dialogar. Desde esta nueva perspectiva, la película nos hace repensar la utilidad de las reuniones "sociales" típicas de Washington y de muchas otras capitales del mundo, donde los cócteles en las embajadas, las inauguraciones de exposiciones y las charlas en las universidades, entre otras, sirven como sitios de encuentro para facilitar el intercambio de ideas entre los diferentes actores políticos y sus asociados.

En conclusión, encuentro recomendable el uso de este documental en cursos de Ciencia Política y Comunicación Social porque ofrece una muy interesante narrativa vista desde adentro (insider view) de la forma como el gobierno y los medios de comunicación se relacionan entre sí y con otros miembros de las élites. Un gran mérito de Gavin consiste en filmar por primera vez lo que realmente acontece en estas reuniones. Él claramente favorece una perspectiva crítica del Nerd Prom, y al hacerlo, le resta importancia al hecho de que estos eventos también son instrumentos de comunicación política entre grupos de poder que usualmente están separados por razones de profesión e ideología.

Por otro lado, el documental nos sirve como punto de partida en la reflexión sobre la realidad política en otros países, pues estos espacios de diálogo entre las élites, aunque se generen en diferentes ámbitos, ocurren de forma casi natural en muchas democracias exitosas. Por el contrario, un signo de que una democracia tiene problemas es cuando sus élites dejan de dialogar entre ellas.

En el campo de la comunicación social, el profesor Gavin nos invita a revaluar la relevancia de los reporteros en sus funciones de recolectar, analizar y transmitir información, en momentos en que, usando las redes sociales, muchos actores políticos, sociales y económicos pueden llegar directamente a un público igual o inclusive más numeroso. Pese a esta realidad, debemos recordar que el tener una voz independiente, el poder detectar divergencias dentro y entre las agencias del gobierno, y el saber amalgamar y analizar información desde diferentes perspectivas, son algunas características que aun hoy en día, hacen imprescindibles a los buenos periodistas.

Nota: Comentario escrito por Mauricio Florez Morris, Ph.D. Profesor de la Especialización en Opinión Pública y Marketing Político de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.

Información adicional

Página web del profesor Gavin: http://patrickgavin.flavors.me/

Entrevista con Patrick Gavin sobre el documental "Nerd Prom."

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